Mirar la actualidad a través de la verdad bíblica nos brinda la información necesaria para, al menos, tener una idea de lo que viene. En los últimos tiempos, tuvimos desastres naturales, atentados terroristas y rumores de mas guerras que se hacen escuchar en toda nuestra sociedad. Todas estas circunstancias me recuerdan las palabras de Jesús a los discípulos en el Evangelio según San Mateo, capítulo 24 versos 4 al 8 que dice:
“4 ―Tengan cuidado de que nadie los engañe —les advirtió Jesús—. 5 Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos. 6 Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. 7 Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos por todas partes. 8 Todo esto será apenas el comienzo de los dolores.”
Todas estas señales son “apenas el comienzo de los dolores” en palabras del Señor Jesucristo. Ya muchas personas viven con miedo y terror por el futuro inmediato que toca a nuestras puertas todos los días. Hay quienes ya dejaron de creer en el verdadero Dios porque no confían en su poder y se llenan la visión con relatos vacíos de esperanzas. Quiero suponer que leyeron las Escrituras, pero con un cristal sucio, empañado que no les permitió ver la realidad divina.
Usted me dirá: “pastor Esteban, pero vienen cosas peores”. Y mi respuesta será: “¡Sí por supuesto! Como leímos más arriba esto es el comienzo de dolores”. Si seguiros el relato de Mateo acerca de lo que Jesús estaba anunciando nos encontramos con una descripción que se ajusta mucho a nuestros días. Personas que renuncian a la fe, otras que se guían con falsos profetas que engañan a diestra y siniestra… y los fieles, permanecerán predicando el evangelio del reino.
“9 »Entonces los entregarán a ustedes para que los persigan y los maten, y los odiarán todas las naciones por causa de mi nombre. 10 En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; 11 y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. 12 Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, 13 pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. 14 Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.” (Mt. 24:9-14 NVI)
En el relato del Señor la situación se pone cada vez más difícil y a esta altura, después de tres huracanes que sacudieron los Estados Unidos y otros países del Caribe y norte de América, más los atentados de New York, Texas y tantos que ocurren, la amenaza de guerra entre Estados Unidos y Corea del Norte, la escalada internacional que podría ocurrir, usted y yo pensamos que hay mucha similitud con las palabras de Jesús según el relato de Mateo.
Lo interesante es que el Señor dice, en otras palabras, que “no nos distraigamos y sigamos ocupados en las tareas que él nos encomienda a través del Espíritu Santo por mandato de su Padre. ¡Y esto es maravilloso! Porque nos enfoca en la Cruz. Hace que miremos al cielo y no a la tierra y alrededor. Sí que seamos conscientes de nuestro entorno, pero no que nos ahoguemos en él.
Casi finalizando el capítulo Mateo registró:
“42 »Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor. 43 Pero entiendan esto: Si un dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto para no dejarlo forzar la entrada. 44 Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.
El día y la hora del regreso del Hijo del hombre la desconocemos, pero necesitamos estar listos. Preparados porque frente a estas señales el fin se acerca y no debemos estar distraídos con los sucesos de todos los días. Nuestra tarea de extender la predicación de la Palabra de Dios, de cuidar a las viudas y huérfanos, de dar de comer a los pobres, de socorrer al necesitado sigue vigente más que nunca. Haciendo esto es como el Señor quiere encontrarnos. Por su fidelidad él va a protegernos de todo mal.
“45 »¿Quién es el siervo fiel y prudente a quien su señor ha dejado encargado de los sirvientes para darles la comida a su debido tiempo? 46 Dichoso el siervo cuando su señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber. 47 Les aseguro que lo pondrá a cargo de todos sus bienes. 48 Pero ¿qué tal si ese siervo malo se pone a pensar: “Mi señor se está demorando”, 49 y luego comienza a golpear a sus compañeros, y a comer y beber con los borrachos? 50 El día en que el siervo menos lo espere y a la hora menos pensada, el señor volverá. 51 Lo castigará severamente y le impondrá la condena que reciben los hipócritas. Y habrá llanto y rechinar de dientes.”
¡Permanezcamos alertas, haciendo las tareas que se nos encomendaron! ¡Velemos porque en cualquier momento, en el menos esperando, vuelve el Señor!
@PastorEstebanF
Director del Ministerio Latino de Biblica, y presidente del ministerio de capacitación a líderes “Nuestra Fortaleza”.
Por favor escríbeme a esteban.fernandez@biblica.com Será un gusto conocerte.
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