Un agujero en el bolsillo Libertad en las finanzas: diezmo y bendición

Jun 6, 2017Blog1 Comentario

Un agujero en el bolsillo Libertad en las finanzas: diezmo y bendición

Muchos tienen un agujero en el bolsillo por donde se les fuga el dinero, otros tienen un agujero en el corazón por donde se les esfuma su alegría e incluso la vida.

Día tras día enfrentamos la pesadilla de que los gastos son mayores que los ingresos, que el salario no alcanza y la situación se vuelve crónica. Todos hemos vivido cuestionados porque el dinero no alcanza, es algo común. Ayer fue una medicina, hoy es un arreglo en la plomería de la casa, luego el auto que se descompone, algún desastre que pasa, algún imprevisto, el dinero se evapora. El agujero se agranda.

Algunos, por necesidad llegan a dar un mal testimonio y dejan sin pagar algunas cuentas, pero otros, aún peor, se limitan a dar un poco de dinero a Dios, y a éste le llaman ofrenda. Como creyentes, nosotros deberíamos vivir por fe, sin angustias de medidas y sólo con lo que el Padre celestial nos permite.

¿Por qué hay tantas personas enredadas en dificultades económicas?  Leamos Malaquías 3:8-10: ¿Acaso roba el hombre a Dios? ¡Ustedes me están robando! Y todavía preguntan: “¿En qué te robamos?” En los diezmos y en las ofrendas. Ustedes —la nación entera— están bajo gran maldición, pues es a mí a quien están robando. Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.

Encaremos esta realidad que es triste, quien no diezma le está robando a Dios. Y le estamos robando, porque el diezmo es de Su propiedad, y nuestra obligación es devolvérselo, porque no nos pertenece.

Claramente lo dice 1 Crónicas 29:14: Pero, ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte estas ofrendas voluntarias? En verdad, tú eres el dueño de todo, y lo que te hemos dado, de ti lo hemos recibido.

Muchas veces, los tropiezos económicos vienen porque retenemos el diezmo y no somos capaces de reconocer a Dios: “Esto es tuyo”. Ahí hacemos que las cosas no sobren. Entonces la cuestión se revierte, en vez de decir: “No doy porque no me sobra”, tenemos que decir: “No me sobra porque no doy”. No estoy hablando de dinero, estoy hablando de mayordomía.

Algunos tropiezan con dinero, sexo, alimentación, trabajo, ocio, con sus relaciones personales, el uso de su cuerpo o del tiempo. Todo eso es mayordomía.

Dios nos quiere dar riqueza en abundancia y prosperidad, para que nuestras vidas den testimonio y puedan bendecir a otros, como prueba de cómo Dios se comporta con nosotros. La única manera en que la bendición que usted recibe va a poder ser transmitida a otra generación, es que dure, poniéndola en la presencia de Dios.

No se quede nunca enganchado en la bendición, no se baje en el camino de Dios, en la estación “Prosperidad”, porque ése no es el destino final. El destino final es lo que el Señor le llamó al oído a usted y le dijo: “¿Sabe qué tengo para usted? Tengo esto. Yo lo voy a bendecir para que usted llegue hasta allá”.

 

@PastorEstebanF
Director del Ministerio Latino de Biblica, y presidente del ministerio de capacitación a líderes “Nuestra Fortaleza”.

Por favor escríbeme a esteban.fernandez@biblica.com Será un gusto conocerte.

Este artículo apareció por primera vez en el blog de PastorEstebanF. Siéntete libre de difundirlo citando la fuente. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.

1 Comentario

  1. German Rodriguez

    En latinoamericana la manipulación, pero en especial la falta de conocimiento Bíblico y relación con el Autor, le roba a muchas personas hoy esta bendición, la bendición del DAR y el Honrar, por que como lo hemos aprendido del poema, cuando se trata de DAR a Dios nada ni nadie le puede ganar. Gracias por todo mi Pastor.

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