¿A cuántas cosas damos importancia hoy? ¿Cómo está nuestra agenda? ¿Repleta? No podemos darle más valor a los compromisos, que al dueño del tiempo, pues aunque estemos llenos de ocupaciones, hay dos citas en nuestras vidas que no podremos dejar de cumplir.
Nos hemos acostumbrado a vivir cargados de compromisos. Tenemos citas con el médico, con el dentista, con el mecánico, con el abogado… vivimos enloquecidos, llenos de actividades en nuestra agenda, pero las cosas importantes las dejamos para después.
Sin embargo, hay dos citas a las cuales todos, obligatoriamente, vamos a acudir y son más importantes que ninguna otra.
La primera es cuando Dios sale a nuestro encuentro. Él es paciente y día tras día, como relata el poema de Lope de Vega: “Viene por nosotros, viene a golpear a nuestra puerta, se para en nuestra ventana, aún en los días de lluvia, aún en la tormenta, en la peor de las tormentas”, Dios llega a nuestras vidas para que dejemos todo y le sigamos, pero Él no nos va a obligar, va a golpear a la puerta de nuestro corazón hasta cuando decidamos abrirle y dejarlo entrar.
La segunda cita es impostergable: el tribunal de Cristo. Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.2 Corintios 5:10.
Dios no va a aplazar esa cita. Por respeto, por amor y por justicia a Su nombre. No conocemos la fecha, pero llegará el momento en el que Dios dirá: “Ahora”. ¿Estamos preparados?
Es un compromiso ineludible. Si somos cristianos, vamos a estar primero y los demás, los rebeldes, van a ser juzgados después, pero todos nos vamos a encontrar cara a cara con Él. Lo interesante de esto, es que de la manera que hayamos respondido a la primera cita, se va a dar el resultado a la segunda. ¿Vamos a pasar de primeros?
Muchas personas prefieren ignorar el momento del tribunal de Cristo, pero la Palabra de Dios es clara, juicio vamos a tener. Si somos cristianos vamos a comparecer delante de aquel que nos salvó y quien muera sin Cristo va a comparecer ante aquél que estuvo golpeando toda su vida para salvarlo, y recibirá condena eterna. Nadie quedará por fuera.
Ahora, piense por un momento. ¿Con quién nos vamos a encontrar en esa cita? ¿Con el que vino a salvarnos? ¿Con el Santo que sufrió la cruz por nuestra causa? ¿Con aquél que resucitó por nosotros? ¿Con aquél que nos limpió de todo pecado? Sí. Pero también nos vamos a encontrar con aquél que escucha todas nuestras oraciones y sabe absolutamente todo de nosotros.
Tenemos que tener presente ese día, y recordar todo lo que se nos dijo a partir de la primera cita. Recordar que fuimos llamados a servir, a ser luz, embajadores y testigos de Jesucristo y a evangelizar. Conforme a todo esto, Dios nos recompensará cuando llegue el momento del segundo encuentro. Acuérdense de sus dirigentes, que les comunicaron la palabra de Dios. Consideren cuál fue el resultado de su estilo de vida, e imiten su fe. Hebreos 13:7.
Hoy tengo una invitación para usted: preparémonos durante toda la vida para estar listos el día del segundo encuentro, viviendo siempre con esa cita en la agenda.
@PastorEstebanF
Director del Ministerio Latino de Biblica, y presidente del ministerio de capacitación a líderes “Nuestra Fortaleza”.
Por favor escríbeme a esteban.fernandez@biblica.com Será un gusto conocerte.
Este artículo apareció por primera vez en el blog de PastorEstebanF. Siéntete libre de difundirlo citando la fuente. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.
Gracias Pastor Fernández Dios tiene el control de todo el tiempo más valioso es con Dios amado
PASTOR MUY BUENAS TARDES.
GRACIAS POR ESTE ARTICULO, ES LA LUCHA DIARIA DE NOSOTROS LOS CRISTIANOS, DE QUIEN NOS HACE OLVIDAR A VECES QUE EL DUEÑO DE TODO, AUN DEL TIEMPO, QUE CREEMOS QUE NO NOS ALCANZA PARA DIOS, Y SI PARA OTRA COSAS VANALES Y QUE PUEDEN ESPERAR, ES QUIEN CREÓ TODO CUANTO EXISTE , INCLUIDOS NOSOTROS MISMOS.
DEBERÍAMOS TENER CLARO QUE EN LAS PRIORIDADES DE DIOS ÉL ESTÁ POR ENCIMA DEL TRABAJO Y LA IGLESIA POR DEBAJO DE ESTE.