Cuando un jefe no admite sus errores sino que los adjudica a sus subalternos, no está sancionando a sus subalternos sino que se está sancionando a sí mismo pues nadie volverá a creer en él aunque siga siendo el jefe.
Uno de los reclamos de los adolescentes a sus padres es cuando les piden ser auténticos. No les gusta que sus mayores imposten una persona que, según los hijos, los padres no son. Pero ¿qué pasa cuando los padres nos dejamos mostrar tal como somos? Más aún, ¿qué pasa cuando los líderes o directivos de una compañía nos dejamos ver con nuestros defectos y virtudes, acaso ¿Perdemos autoridad? ¿Seremos vulnerables?
Una de las peores cosas que podemos hacer los directivos o líderes es hacer creer a nuestros seguidores que somos personas perfectas. Nadie es perfecto. Lo más cercano a la perfección que podemos detentar es nuestro currículum. Así que es mejor dejar de fingir ser lo que no somos para llegar de manera más natural a las personas con quienes trabajamos a diario, y de esa manera obtener mejor rendimiento en el objetivo a alcanzar. John C. Maxwell propone cinco puntos a tener en cuenta sobre nuestra autenticidad frente al equipo de trabajo que queremos armar:
1. Admitir nuestros errores; esto dará confianza a quienes están a nuestro lado. Ellos conocen cuáles son nuestros defectos. Al admitirlos, uno se hace más accesible y confiable. No es fácil reconocer que nos equivocamos pero es una fortaleza que ayuda a otros a potenciar las propias.
2. Pidamos consejo Se dice que el consejo es lo que pedimos a otros cuando ya conocemos la respuesta, pero es una falacia, no es verdad. La Biblia nos enseña que Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan (Prov. 15:22). Esto es una premisa que se afianza cuando la ponemos en práctica. ¡Qué pronto resolveríamos inconvenientes si pidiéramos ayuda a nuestros pares y a quienes trabajan con nosotros en lugar de simular que podemos solos hasta alcanzar la resolución del problema…si es que lo logramos.
3. Preocuparse menos por lo que digan y piensen los demás. Las personas que consideran demasiado la opinión de los demás, se pasan la vida complaciéndolas y con frecuencia su desempeño es pobre. Crearemos una imagen de nosotros mismos que no se condice con quienes somos y sostener esa imagen consumirá nuestras energías. Para obtener credibilidad debemos ser nosotros mismos. No vamos a caerle bien a todo el mundo, pero vamos a ser consecuentes con quienes somos y nuestra confianza y la de los demás será más firme.
4. A plantearnos es que aprendamos de los demás. El que todo lo sabe es una persona desagradable como para compartir un objetivo. Si deseamos que los demás nos consideren como una persona accesible, no sólo admitamos nuestra debilidad, sino que tengamos la habilidad de aprender de ellos. Maxwell sostiene que “cada persona tiene el potencial de enseñarnos algo”. Dos cosas ocurren cuando creemos en esto: aprendemos mucho de cada persona que se nos acerca y las personas se nos acercarán de manera natural, sólo porque les inspiraremos confort.
5. Dejar atrás el orgullo y las apariencias. Con frecuencia creemos que si podemos impresionar a los demás, también influiremos en ellos. Pero esto crea un problema con nuestra naturaleza, somos seres humanos y los superhéroes son protagonistas de los comics o de las historias de ficción. Si nuestra meta es impresionar a los demás, nuestro orgullo crece y terminamos siendo presumidos. Es un ingrediente para echar fuera a quienes nos rodean y quedarnos absolutamente solos o con personas que sólo cumplirán con la obligación de un horario o una tarea específica, pero sin rendimientos extras, ni logros de equipo.
Las personas con carisma son aquellos que atraen a los demás, son individuos que se enfocan en los demás, y no en sí mismos. Hacen preguntas; escuchan; no tratan de ser el centro de atención, y no intentan parecer perfectos. Esto hará que sus compañeros de camino lo respeten y lo vean como el conductor del proyecto, del objetivo a alcanzar. ¡Será el verdadero líder que Dios usa!
@PastorEstebanF
Director del Ministerio Latino de Biblica, y presidente del ministerio de capacitación a líderes “Nuestra Fortaleza”.
Por favor escríbeme a esteban.fernandez@biblica.com Será un gusto conocerte.
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