Tengo problemas ¿qué hago?

Jun 21, 2016Blog0 Comentarios

Tengo problemas ¿qué hago?

Si hacemos un breve estudio o encuesta entre las personas que nos rodean podemos ver que todos sufrimos de un mal común: tenemos problemas. Ser presidente de una compañía no me deja de lado de la generalización de esta premisa.

Sobre mis espaldas cargan las decisiones más difíciles. Trabajar con el equipo de producción, con el de ventas y mercadeo, con la gente de diseño, con mis superiores (porque pertenecemos a otra compañía aún mayor), con los promotores, con los medios… cada cosa que haga es en relación con otra persona, siempre existen inconvenientes a resolver.

Por ello he decidido seguir una serie de normas que comparto durante las conferencias que doy en diferentes ciudades y puntos del continente. Aquí las compartiré contigo para que las analicemos juntos.

“El mejor momento para prevenir un problema es antes de tenerlo”
Cuando ya tienes un problema, es tarde para la “prevención”, ya hay que pasar de la prevención a la “Solución”. La solución siempre será una “reacción”.

Pensar en posibles inconvenientes que se pueden presentar y esgrimir estrategias para contra restarlos puede significar el éxito o el fracaso del proyecto que se lleve adelante fuere cual fuere el motivo. Cuánto más prevenidos nos encontremos, mejor postura tendremos frente a los imprevistos.

“El mejor momento para arreglar un problema es mientras lo tienes”
Que tu “solución” termine con el problema y no al revés. Creer que el problema se acabará solo, no es solución, es “ilusión”.

Necesitamos tener en claro que los problemas se solucionan cuando los enfrentamos, los visualizamos y los desmembramos para poder cambiar la situación presente. Si desaparece mágicamente de nuestra vista sin lugar a dudas habrá consecuencias que nos marcarán que el problema aún persiste, pese a que no lo veamos. Lo más grave es que emergerá en el momento menos indicado y causarán efectos poco favorables.

Negar la existencia de un conflicto es engañarnos a nosotros mismos. Conducirnos de esa manera acrecenta la superficialidad y la falsedad a nuestro alrededor. Dos factores que no van de la mano del éxito en las relaciones, los negocios y cada situación en la vida de una persona, empresa, o institución.

“La mejor forma de arreglar un problema es reconociendo que lo tienes”
No puedes darle solución a algo que desconoces. Si sabes que tienes un problema y lo niegas, entonces tienes “dos” problemas.

Una práctica que nos ayuda a reconocer que hay problemas aunque en apariencia no los haya es escuchar a los demás qué tienen para decir de nuestra gestión, de nuestra persona o de la empresa que conducimos. Nuestros empleados, nuestros proveedores, nuestros clientes, nuestra familia y personas allegadas son una vara de medición. Ellos nos darán indicios de que hay algo que mejorar o que cambiar, y que de persistir pueden ocasionarnos daños mayores.

Sonreír y creer que no tenemos problemas con un grifo de agua que gotea, no evitará que aumente la pérdida de agua, se forme un charco y luego deba pagar más por un consumo innecesario. El problema está, y para darle solución y llamar a un plomero, debo reconocer que el grifo pierde agua y me causa un consumo innecesario. Es igual con los problemas en la compañía, en la Iglesia, en el hogar y con todo aquel que me rodea.

“La mejor solución vendrá cuando conozcas a fondo tu problema”
Piensa, investiga, no lo dejes para mañana. Es mejor un diagnóstico (de emergencia) que una autopsia (impecable).

Algunas preguntas que ayudan a pensar con claridad: ¿Cómo nació esta situación? ¿Cómo se acabará? ¿Quién trajo esta situación? ¿Con quién se irá? ¿Qué otras áreas está afectando? ¿Cómo puedo asolarla? ¿Qué recursos tomará la solución? ¿De dónde saldrán?

Cuando podemos responder a cada una de ellas con sinceridad y responsabilidad podremos estar seguros que estamos frente a la inminente solución sana al problema que nos aqueja. Reconocer nuestras debilidades puede fomentar un trabajo en equipo para fortalecerlas. En aquello que reconozco que no soy bueno, puedo ser ayudado por alguien más y así obtener el éxito en el objetivo planteado. En la vida cotidiana con mi esposa y familia esto funciona perfectamente. Si reconozco cuál es mi problema, juntos trabajamos para lograr aquello que nos hemos propuesto.

@PastorEstebanF
Director del Ministerio Latino de Biblica, y presidente del ministerio de capacitación a líderes “Nuestra Fortaleza”.

Por favor escríbeme a esteban.fernandez@biblica.com Será un gusto conocerte.

Este artículo apareció por primera vez en el blog de PastorEstebanF. Siéntete libre de difundirlo citando la fuente. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.

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